Tras la muerte de un capturado, por presuntos delitos informáticos, dentro de una estructura que habría ingresado al país multimillonarios cargamentos de contrabando, familiares del hombre denunciaron una desatención a su estado de salud.

Se advirtió que al momento de ser capturado en Cartagena el azúcar se le subió a 300 por lo que estuvo al borde de un coma diabético. Señalan que tampoco hubo acompañamiento de Personería y Defensoría del Pueblo en el procedimiento.

Añaden que a los funcionarios del CTI se le puso en  conocimiento las condiciones de salud del capturado, pero fue desatendido este requerimiento.

Aún así, señalan los familiares, "fue paseado más de 4 horas por Cartagena, antes de ser trasladado a Barranquilla”.

En la capital del Atlántico, inicialmente no fue posible tampoco un batallón para recluirlo hasta que finalmente lo llevaron al Paraíso.

"Se le pone de presente en las audiencias, con historia clínica que el señor necesitaba la insulina, pero no lo tuvieron en cuenta", contó un familiar.

Por ser insulinodependiente el nivel de azúcar marcó durante estos días 146, 283, 171, 184, 257 "y nunca tuvo atención médica" contó un familiar mostrando las capturas del glucómetro. Lo normal era 90. Además necesitaba una dieta.

Se denunció que el CTI informó a la juez y al fiscal que el detenido estaba en “condiciones normales de salud”, pese a los registros de glucometría. “Prueba de glucometría en ayuna, normal”, decía el reporte del custodio, advierte un familiar.

“El pasado jueves 10 de diciembre, el hombre fue llevado de urgencia a su EPS. Al día siguiente hubo una audiencia y la juez dejó constancia de que no le habían reportado ninguna novedad y que todo estaba normal”. Al día siguiente inició la audiencia de legalización de la captura.

De remate para la familia, “ese día viernes, la juez no resolvió la situación de ninguno, porque se iba a tomar un día de descanso y dos de compensatorio”.

El martes, se le suministró de desayuno jugo de tomate de árbol, chocolate y arepa de huevo. Luego sobrevino el vómito, lo llevaron al  dispensario, pero ya había muerto.

Familiares del hombre anunciaron que la juez de control de garantías, el fiscal del caso y los custodios del CTI que vigilaban al agente aduanero serán denunciados por el delito de homicidio doloso.

Cuando el hombre de 65 años de edad falleció, según dijeron familiares, personal del CTI llegó a hacer la diligencia de levantamiento del cadáver pero se exigió que el procedimiento lo hiciera la Sijín. “ Y al llegar la Sijín ya habían limpiado el cuarto, la cama y se borró cualquier evidencia que había en el cuarto”. Esto fue calificado como “sospechoso”.

Hasta el delito que le imputaron lo cuestiona la familia del hombre pues “a duras penas sabía manejar un celular” y según la Fiscalía “vulneró el sistema de la DIAN”.

Familiares dijeron que fue una serie de irregularidades las que se cometieron en el procedimiento desde la captura hasta el 15, día de su fallecimiento.

Señalaron finalmente que una nevera portátil que le llevaron con insulina para su aplicación la devolvieron completa el día que falleció.